¿Te horrorizan las chuches de Halloween que tus niños se han ganado con sus terroríficos disfraces, pero no te atreves a tirarlas todas? ¿El chute de azúcar les puso a mil y acabaste la noche con cara de zombie (y no era maquillaje…)? Pon esencias en tu vida (y en la suya, de paso), y prepara un taller de chuches creativas sin azúcar que les van a encantar: poco a poco, estas gominolas caseras les harán olvidar las chuches industriales con sus colorantes y su gelatina procedente de restos de cerdo.
¿EL PLUS GREEN? Con esta receta vas a dar una utilidad a los restos de zumo y evitar el desperdicio alimenticio. Y estarás compartiendo un saber hacer con tus niños, con el placer de degustar algo hecho a mano #slowcooking #slowliving.
LA RECETA:
De 10 a 20 gominolas según las formas o el molde
Tiempos: Preparación: 1 min / Cocer: 5 min / Enfriar: 2 horas / Recortar y secar: 15 min
Ingredientes:
- 15 cl de zumo de manzana sin azúcar añadido (o si no puedes tomar nada de azúcar, 15 cl de hidrolato de menta piperita, que además es digestivo)
- 80 gr de azúcar (no es imprescindible si el zumo es dulce, el azúcar permite que se las gominolas se conserven más tiempo. Yo utilizo sirope de agave bio: el sabor es más apetecible que el de arce y tiene un índice glicémico más bajo)
- 2 gramos de agar agar (gelificante de origen vegetal, es un alga en polvo 0 calorías)
- 1 gota de aceite esencial de limón ecológico (lo que le da la acidez imprescindible y tan característica del chuche. Si no tienes aceite esencial, pon 1 cuchara de zumo de limón ecológico)
- 1 gota de aceite esencial de mandarina ecológico.
Material:
opción 1 - un molde rectangular pequeño o un plato hondo o una bandeja de horno profunda si hacéis mucha cantidad y recortadores de las formas que más os gusten (hasta un cuchillo para los adolescentes creativos)
opción 2 - (opción para los valientes o cuyos niños limpian la cocina después de la actuación…) – moldes pequeños de silicona (hay de todas las formas: ositos, botellitas, fantasmas, calabazas; recomiendo uno por niño si cocinas con varios), o una bandeja de cubitos de hielo (engrasada con un aceite neutro porque si no es casi imposible sacar la gominola) y una pipeta por niño, por ejemplo la misma pipeta cuenta-gotas que encuentras en los frascos de The Little Green Bottle.
Acción (lo mejor es que si se hace con niños cada uno pueda hacer su mezcla):
1/ en una cazuela pequeña, en frío, verter el agar agar en polvo y diluir con el zumo frío (o del tiempo, pero no caliente sino el agar agar no cuaja). Añadir el azúcar. Calentar a fuego medio sin hervir de 5 a 10 minutos máximo, para no quemar los aceites esenciales y destruir sus principios activos (lo cual no queremos ¡porque son los activos de la mandarina los que tranquilizan!), mezclando bien hasta que el azúcar esté disuelto. 5 minutos es suficiente para conseguir un buen resultado y para que nadie pierda la paciencia, si no invéntate la canción de la marmota Mandarina cocinando durante 10 minutos… Nada más empieza a hervir, retirar del fuego.
2/ Esperar unos segundos para que no queme, verter el líquido cuidadosamente en el molde rectangular engrasado o cubierto con papel vegetal si hiciera falta, formando una capa no más alta que 2 cm. O con la ayuda de una pipeta, llenar los moldecitos engrasados, previamente colocados en una bandeja porque vamos a moverlos.
3/ Dejar enfriar durante 2 horas mínimo en la nevera.
4/ Con el recortador elegido, hacer formas en la masa gelificada, directamente sobre la bandeja de horno si se puede, separarlas y dejarlas secar en función de su tamaño. O si están en moldecitos, sacarlas con delicadeza y dejar secar ½ hora antes de servir (o consumir en el momento y asumir que haya deditos pegajosos por todas partes…). No hace falta cubrirlas de azúcar (este se disuelve en poco tiempo), salvo que quieras utilizar azúcar chispeante para un efecto petazetas en el momento. Se conservan varias semanas a temperatura ambiental por el azúcar que contienen.
Valor nutricional aprox. 54 kcal por una porción de 39 grs.
*Tips: no pretendas conseguir la textura de las chuches industriales: están hechas con gelatina animal de múltiples orígenes, colorantes y aditivos sintéticos. Esta receta da una textura gelatina tipo Jello, con un sabor afrutado y natural. Invéntate un nombre divertido propio, dale valor a vuestra creación única: en mi casa, son las gomidodos (de dormir, en francés). En Halloween, se transforman en gomidedos…
*Varía los aceites esenciales, pero nunca superes 2 gotas de AE en total para estas proporciones, el resultado sería demasiado fuerte en boca. Recomiendo Eucalipto/Limón en invierno, para una versión que descongestiona la nariz de forma natural.
*Sustituya el azúcar por la miel: crearás la gominola miel/limón que suaviza la garganta.
*Varía los colores o crea versiones para niños mayores o adultos: prueba con zumo rojo de Cranberries, delicioso mezclado con hidrolato de Rosa al 50%-50%, que le dará un sabor a Lokum turco; recorta en forma de corazón (más fácil que de boca; mis ensayos salen peores que los de un cirujano estético malvado) y regalas así unas gomibesos ☺